No me resigno a que los corazones que aman sean sepultados bajo el duro suelo,
Así es, y así será, porque así ha sido desde tiempo inmemorial:
A la oscuridad se van, los sabios los bondadosos.
Coronados con lirios y laureles se van: pero no me resigno.
Amantes y pensadores húndanse en la tierra.
Sean uno con el polvo sin vida e indiscriminado.
Un fragmento de lo que sentiste, de lo que conociste,
Una fórmula o una frase permanece, pero lo mejor se ha perdido.
Las respuestas rápidas y perspicaces, la mirada honesta, la risa, el amor,
Todo se ha ido. Se ha ido a nutrir los rosales. Elegante y rizada en su floración.
Fragante es la floración. Lo se. Pero no estoy de acuerdo.
Más preciosa que todas las rosas del mundo era la luz de tus ojos.
Hacia abajo, adentro de la oscuridad de la tumba
Delicadamente se van, los hermosos, los tiernos, los bondadosos;
Suavemente se van, los inteligentes, los ingeniosos, los valientes.
Lo se. Pero no estoy de acuerdo. Y no me resigno.
Edna St. Vincent Millay
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