Uno de los cómics de ciencia ficción más relevantes de Lationamérica. Lo he leído y releido un montón de veces, lo he comprado y recomprado en los kioskis de Buenos Aires y en la Ateneo.
Extraído de acá
Una bella edición respetuosa con el original
La Editorial RM nos sorprende con una nueva edición, la más cuidada de diseño y presentación de las publicadas hasta la fecha, respetando los resúmenes al principio de cada capítulo y los continuará finales, eliminados en otras ocasiones. Y con una portada espléndida.
El Eternauta comenzó a publicarse en 1957, en la revista Hora Cero, que dirigía el propio Oesterheld. El peronismo había sido derrocado hacia dos años y la prensa experimentaba nuevos límites después de una década de censura.
La historia comenzaba en Buenos Aires, cuando un hombre aparecía en casa de Germán, un guionista de cómics (el propio Oesterheld), y le comentaba su historia, era Juan Salvo, un Eternauta, un hombre atrapado en el contínuum espacio temporal, buscando la forma de salvar a su familia de una tragedia..
Una tragedia que se inicia cuando una extraña nevada caía sobre la ciudad matando a todo el que era alcanzado por sus mortales copos radioactivos. Una metáfora de que el enemigo era el individualismo, porque la mejor forma de no perecer era quedarse encerrado en casa y no combatir.
"Mi versión de Robinson Crusoe"
“El Eternauta fue mi versión de Robinson Crusoe, solo, rodeado, preso, no ya por el mar sino por la muerte” H. G. Oesterheld
Entonces algunos supervivientes superan ese miedo, salen a la calle, se organizan y buscan al enemigo para pelear. Así comienza la resistencia contra una raza extraterrestre conocida solo como “ellos”.
Una pesadilla de la que no se podía despertar y que mantuvo en vilo a los argentinos durante dos años, siendo un éxito sin precedentes y reeditándose contínuamente desde entonces.
En 1976, poco después del sangriento golpe de estado, se volvió a publicar en un solo tomo, con gran éxito. Entonces Oesterheld y Solano López comienzan la segunda parte.
La segunda parte se realizó de forma casi clandestina
Oesterheld era militante de la organización armada Montoneros y escribe un guion con llamadas a la lucha revolucionaria. La trama salta al futuro y allí nos enteramos que los "Ellos" han dominado la Tierra, Germán acompaña a Juan Salvo que es ahora un mutante con superpoderes. Y luchan para salvar al planeta.
"No había que ser un buscador demasiado exhaustivo de metáforas para asociar a los "Ellos" con los militares que habían tomado el poder", Carlos Trillo
A pesar de la censura y las modificaciones salvajes por parte del editor, el mensaje sigue presente en esta segunda parte de la obra.
"Todo el trabajo de la segunda parte Oesterheld lo hizo prácticamente en forma clandestina, apareciendo subrepticiamente en la editorial para entregar los guiones o mandándolos por terceros", Andrés Accorsi. El dibujante, Solano López, acabó el trabajo desde España.
Torturado y "desaparecido"
Un año después de la reaparición de El Eternauta, Oesterheld fue apresado, torturado y asesinado, antes habían desaparecido sus cuatro hijas de 18, 19, 24 y 25 años.
“Héctor dijo que por ser el más viejo de todos, quería saludar uno por uno a todos los presos que estábamos allí. Nunca olvidaré aquel último apretón de manos. Héctor Oesterheld tenía 60 años cuando sucedieron estos hechos. Su estado físico era muy, muy penoso", Eduardo Arias.
Ni siquiera sabemos si Oesterheld consiguió terminar la segunda parte de El Eternauta, o fue otra persona en su lugar, pero su mensaje había calado hondo en el pueblo argentino y hoy en día es el único relato gráfico que el Ministerio de Educación argentino procura que no falte en las escuelas ni en las bibliotecas públicas.
Porque es una obra que nos enseña el valor de la vida humana y la importancia de colaborar para evitar cualquier tipo de abuso de poder. Una obra que siempre se reeditará, aunque sea en la clandestinidad. Pero que ahora podemos disfrutar en una estupenda reedición.
“La más grande las historietas argentinas regresa, esquivando censores. Para ser leída como un himno a la libertad, a la necesidad de luchar contra los monstruos”, Carlos Trillo.