10 ago 2017

Lévinas - Centrado en la relación con el Otro


La película "El Porvenir" tiene una arista filosófica que es difícil de seguir por un neófito en la materia. Nathalie y su esposo son profesores de filosofía, y ambos aman su profesión. Su casa está llena de libros del tema y en su vida en común son varias las escenas con referencias a algún filósofo en particular.

En una de las escenas, ya al final de la película, se muestra a ella leyendo un libro de Lévinas, de alguna manera lo que dice ese libro hace sentido en ella y le ayuda a descubrir el sentido de su descubierta libertad.

¿Quién es Lévinas? Para responder a esa pregunta hay que situar primero el contexto en el que se desenvuelve el filósofo.

Lévinas es un filósofo judio, nacido en Lituania, a principios del siglo XX. Su cultura es occidental, es decir griega. Luego, en la segunda guerra mundial, su familia es asesinada por los nazis y ese evento le hace dar un giro en su sistema filosófico reorientándolo en una dirección completamente original.

La filosofía griega, y por extensión, la occidental ha estado centrado en la idea del Ser, y no del hombre. Se pretende comprenderlo todo a partir del conocimiento, y no hay espacio para el Otro, a quien no se reconoce.

Lévinas cambia radicalmente al considerar que el centro de la filosofía no es el Ser sino el hombre y su relación con el Otro, y ante el cual no se puede evadir la responsabilidad por él. Esta relación es ética, al responder total y exclusivamente por el Otro.

El impacto de este cambio es notable pues pasamos de una concepción egoista e individual de la vida, a una basada en el reconocimiento y respeto por los demás.

Es un Humanismo nuevo y distinto basado en el Otro, en donde yo adquiero mi identidad desde la responsabilidad hacia el Otro.

Es un poco enredado de entender el concepto de que la identidad de uno se defina a partir de la responsabilidad para con el otro, pero no de la propia responsabilidad del Otro, puesto que dónde queda mi identidad y mi propia responsabilidad.

Por otro lado, podría decirse que la auténtica libertad se logra en la medida en que uno va siendo capaz de querer bien el bien. Las personas somos capaces de benevolencia desinteresada; el aporte de
Levinas es fundamental en este sentido. Del mismo modo, la dimensión trascendente de la libertad que este planteamiento pone de manifiesto,está en la apertura hacia el Otro, cuya importancia radica en no quedarse encerrado en sí mismo. La configuración del propio ser (identidad) se forja en las relaciones con los demás, pero la apertura a los demás se da desde la interioridad de un ser que se posee a sí mismo y que decide por sí. Está claro que el Otro es un límite para mi libertad, yo no soy libre absolutamente, y los demás son oportunidad y, al mismo tiempo, límite de mi libertad.

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