20 sept 2024

90 pasos

 90 pasos

Son 90 pasos, los conté yo mismo la última vez que fui. Cubren casi toda la parte lateral, por la diagonal son más, pero no muchos más tampoco. Están en una loma del cerro, así es que uno se cansa más en una dirección que en otra.

Mi abuela pasó viuda más de la mitad de su vida, que fueron 100 años, pero en esa época y en ese lugar, era la costumbre al enviudar.

Ella lo visitaba regularmente, con hermosas flores y se preocupaba que estuviera limpia y con agua fresca. No supe qué le hablaba, qué le pediría y si alguna vez tuvo respuesta. Eso quedó entre ellos dos.

Yo, en mi inocencia de niño, pensaba que lo quería mucho, que extrañaba su presencia y que le era necesaria.

Entonces, mi sorpresa fue grande cuando el deseo de mi abuela fue quedar lo más lejos posible de mi abuelo. Se consiguieron esos 90 pasos de distancia entre ellos. Fue lo que se logró, fue lo que se pudo.

Ahora están a 90 pasos de distancia en el cementerio del pueblo, mi abuela arriba de la loma, donde termina ese lugar, y mi abuelo abajo, a la entrada a la derecha, y esas flores que llevaba con devoción probablemente eran para que mi abuelo no la penara.

90 pasos

 90 pasos Son 90 pasos, los conté yo mismo la última vez que fui. Cubren casi toda la parte lateral, por la diagonal son más, pero no muchos...