Han pasado años, 8 quizás, y nunca te soñé. Y ahora, semana tras semana, te sueño. Son sueños de un pasado que nunca sucedió, de un presente que no existe. Son sueños cotidianos, de una vida normal, de cosas que le suceden a una pareja que no existe, y sin embargo van narrando una historia que se me escapa.
A veces despierto, y vuelvo a entrar al sueño, otras veces me doy cuenta que estoy dormido y sigo ahí por esa curiosidad que tengo por saber si hay una finalidad en esos sueños.
Ya pasó el tiempo de las coincidencias imposibles, y ya me convencí que Dios no estaba detrás de esas coincidencias, bueno, quizás si, porque a veces pienso que es un bromista.
Quizás busco el momento en que el sueño se transforma en broma, y con eso obtengo una liberación, porque, ¿qué es eso de soñarte así de la nada? O no es más que una casualidad improbable más, una broma del bromista.
Quizás lo sabré en un tiempo más.... o quizás no..