Ursula K. LeGuin junto a Margaret Atwood son las dos mejores exponentes de ciencia ficción femeninas. Comparten ambas una mirada social y feminista que han plasmado en sus libros.
LeGuin, al final de su vida, escribe este libro, un conjunto de reflexiones, ensayos y escritos íntimos y alejados de la ciencia ficción. Escribe acerca de su niñez, de la belleza, de ser mujer, de política, y también de lo que significa su oficio y la razón por la cual escribe. Esto último de importancia para quienes escriben, o pretenden hacerlo.
Frases que me han gustado:
“A veces me toman por granito. A todos nos toman por granito alguna vez, pero no estoy de humor para ser justa con los demás. Estoy de humor para ser justa conmigo. Me toman por granito bastante a menudo, y me molesta y me aflige, porque no soy granito (…) No soy sílex ni diamante ni ninguna de esas estupendas materias duras. Si soy piedra, soy una clase de piedra de pacotilla y quebradiza
como la arenisca o la serpentina, o quizá el esquisto. O ni siquiera roca sino arcilla, o ni siquiera arcilla sino barro. Y ojalá los que me toman por granito me tratasen de vez en cuando como al barro (…) Solo soy barro. Cedo. Trato de acomodarme. Y así cuando la gente y las cosas enormes y pesadas se marchan, no han cambiado, salvo porque tienen barro en los pies, pero yo sí he cambiado. Sigo aquí y sigo siendo barro, pero estoy llena de pisadas y huecos hondos y huellas y alteraciones. Me han cambiado. Tú me cambias. No me tomes por granito”.
“Escuchar es un acto de comunidad que requiere un lugar, tiempo y silencio. Leer es una manera de escuchar.”
"Soy un hombre. Pensarán que he cometido un error de género sin querer o que intento engañarlos,
porque mi nombre de pila acaba en a, y soy dueña de tres sujetadores, y he estado embarazada cinco veces, y otras cosas por el estilo que sin duda habrán notado, pequeños detalles. […] Soy un hombre, y quiero que me crean y lo acepten como un hecho, tal y como lo acepté yo misma durante muchos años. "
"Cuando se habla de la belleza en el arte, la gente suele tomar sus ejemplos de la música, las artes plásticas, la danza y la poesía. Rara vez se menciona la prosa. […]
Pero las palabras, estén dispuestas en poesía o en prosa, son tan sólidas como la pintura y la piedra,
una cuestión tan atinente a la voz y al oído como la música, cosas tan físicas como la danza.
Creo que uno de los mayores errores de la crítica literaria es desestimar las palabras —el movimiento y las cadenas de las oraciones—, las estructuras rítmicas que las palabras establecen y por las que se dejan llevar. "
Es un libro hermoso, íntimo, y lleno de sabiduría. Es un placer su lectura y es altamente recomendable.
