22 abr 2012

El péndulo de Foucault

En 1851 el físico francés Bernard León Foucault estaba preparado darle al mundo la primera prueba o experimento tangible de que el planeta gira sobre si mismo sin tener que recurrir a las estrellas.

Cualquiera que siguiera apoyando entonces las teorías geocéntricas (y los que lo hacían, eran pocos pero molestos) a pesar de lo expuesto por Coperenico, Galileo Galilei o incluso Newton en los trescientos años anteriores no tendría más remedio que ceder.

Foucault acudió al panteón de París, donde colgó de la cúpula del panteón un péndulo formado por un cable de 70 metros de longitud, una bola de 28 kilos de peso y en la parte inferior de la bola una pequeña aguja metálica.

Una vez colgado el péndulo, colocó bajo él un gran recipiente con arena, de manera que el péndulo colgara sobre el centro del recipiente y la aguja del péndulo rozara la superficie de arena.


Una vez preparado el escenario comienza la prueba, tras un buen empujón el péndulo empieza a bascular rasgando en cada oscilación la superficie de arena.

Para sorpresa de todos, con el paso de los minutos comienza a apreciarse que el péndulo, en vez de oscilar siempre en el mismo plano, poco a poco cambia de posición. Las horas comienzan a pasar y la realidad ya es palpable. El plano de oscilación del péndulo rotaba en el sentido de las agujas del reloj a razón de 11º la hora, y llegando a completar una circunferencia en algo más de 32 horas.

Y es que los péndulos son muy obstinados y tienden a mantener la inercia y el balanceo sobre el plano en el que se produjo el empujón inicial, por tanto el movimiento que observamos, es en realidad una especie de efecto óptico, puesto que el péndulo se balancea siempre en el mismo plano y es la tierra la que al girar sobre si misma, se mueve bajo el balanceo del péndulo.


Notas y curiosidades:

-Durante la prueba de Foucault el péndulo estuvo oscilando durante varias horas antes de detenerse a causa del rozamiento del aire. Actualmente en los péndulos de Foucault se usan electroimanes para compensar esa perdida de energía producida por el rozamiento, de manera que pueden oscilar casi indefinidamente.

-El tiempo que tarda el péndulo en dar una vuelta completa es exactamente de 24 horas en los polos y va aumentando a medida que nos acercamos al ecuador. En España tarda aproximadamente 37 horas.

-Si situamos el péndulo en el hemisferio norte, el péndulo efectúa el giro en sentido contrario a las agujas del reloj, si le colocamos en el hemisferio sur girará en el sentido de las agujas del reloj y si le situamos en el mismo ecuador, el péndulo sencillamente no gira.


-Por alguna razón que nadie llega a entender aún, los eclipses de sol pueden llegar a afectar al resultado del experimento como observó el Nobel de economía Maurice Allais durante un eclipse de sol en 1954. Allais pudo observar que durante el eclipse de sol el péndulo se desviaba de su dirección habitual, cambiando su ángulo de rotación en 13,5º. Una rotación que hasta ese momento había sido siempre invariable. Desde entonces la prueba se ha repetido en muchas ocasiones durante los eclipses solares y se ha vuelto a observar la anomalía en muchos de esos experimentos. Actualmente no hay ninguna explicación ortodoxa al efecto Allais y la propia NASA trata de encontrar una explicación.

-A día de hoy, algunos fundamentalistas religiosos todavía interpretan literalmente sus escrituras sagradas indicando que la Tierra es el centro físico del Universo, y son los astros los que giran alrededor de nuestro planeta.

-Como curiosidad final, pero no sin antes hacer un punto y a parte muy marcado; no me resisto a mostrar el siguiente vídeo dedicado a los amantes de la serie LOST. Durante la quinta temporada, cuando un nutrido grupo de protagonistas trata de volver desesperadamente a la isla perdida. Acuden a ver a cierta persona que esta tratando de encontrar la nueva localización de la isla. Sorprende ver que esta persona esta usando como instrumental, un péndulo de Foucault... Vaya usted a saber por que...

1 comentario:

Sueño

 Han pasado años, 8 quizás, y nunca te soñé. Y ahora, semana tras semana, te sueño. Son sueños de un pasado que nunca sucedió, de un present...